Como individuos que somos, ya seas hombre o mujer, cada uno de nosotros está compuesto de energía masculina y energía femenina.
Estas vibraciones funcionan en equipo como dos fuerzas inseparables y están disponibles para nosotros en todo momento si somos conscientes de ellas. Así que hay que saber identificarlos.
Según Meredith Montero, sanadora de Reiki y terapeuta espiritual, ciertas características pueden ayudarte a interiorizar lo que tienes, lo que te queda y lo que te falta:
La energía femenina es:
- * La energía del hogar, hogar, matriz (de donde venimos) es la luz que fluye, el ser puro, que nace. Identifica cómo es tu relación con tu madre o cómo eres tú como madre o como padre.
- * Es intuición por naturaleza. El aspecto interno de las cosas, la capacidad de ver más allá.
- * Lo abarca todo, es energía ilimitada, es cobijo y sobreprotección.
- * Es la unidad. Con la energía femenina buscamos unirnos con algo o alguien.
- * Es una energía ligada a los sentimientos, la inspiración y busca trascender los límites del yo para conectarse con los demás.
- * Receptividad a las cosas nuevas de la vida.
- * Es la fuente de inspiración y creación.
- * Energía de sanación y espiritualidad.
La energía masculina es:
- * Es el aspecto que enfoca hacia el exterior lo que sucede a nuestro alrededor.
- * Es la parte de Dios que, después de la creación de la creación, ver es creer.
- * Son acciones, realizaciones, proyectos, empresas.
- * Crear individualidad y buscar la independencia.
- * Nos separa de la totalidad para ser un individuo específico
- * Es concreto. Lo racional. Lo real
- * Este es el "YO PUEDO"
- * Es protección y fortaleza
¿Y si solo trabajo con mi energía femenina?
- * Tengo un YO débil y vacilante.
- * Las cosas son demasiado difíciles para mí y siento que no merezco tanto.
- * Reacciona con mucha sensibilidad.
- * Difícil decir NO y establecer límites claros.
- * Me preocupo más por los demás que por mí mismo.
- * Impulsado fácilmente por el estado de ánimo de otras personas.
- * Puedo sumergirme muy profundamente en mis propias emociones y en las de los demás, pero me pierdo en ellas y tiendo a confundirme.
- * Al no trabajar con la energía masculina de manera equilibrada, no hay una adecuada expresión del alma y esto trae como consecuencia tristeza, melancolía y depresión, baja autoestima.
¿Qué pasa si solo trabajo con mi energía masculina?
- * Enfoque extremo en el mundo exterior.
- * Extrema necesidad de ser reconocido y valorado por los demás.
- * Está separado de la energía del alma que nos dice lo que realmente necesitamos y de dónde venimos.
- * Nos mueve la inseguridad y buscamos manejar todo por la fuerza.
- * Se busca una sensación de seguridad exterior, que nos haga competitivos y controladores.
- * Gran dependencia de cómo actúan los demás y de lo que piensan los demás.
- * Yo tenso, ansioso, impaciente.
- * Miedo a arriesgar cosas no estructuradas, miedo a perder el control.
- * Neuróticamente ocupado todo el tiempo, necesita orden y planificación.
- * Piensan y se preocupan mucho.
¿Cómo activar la energía femenina?
- * Observar la naturaleza y entrar en contacto con ella nos conecta con la energía femenina de la Madre Tierra.
- * Apague el "ruido mental", y pase cada vez más momentos de silencio, ignorando los pensamientos tanto como sea posible y sintiendo conscientemente los latidos del corazón.
- * Realizar actividades en grupo que nos diviertan, sobre todo si hay niños o jóvenes para dar rienda suelta a nuestro niño interior.
- * Generar más contacto físico: caricias, masajes, abrazos a nuestra familia y pasar menos tiempo entre dispositivos electrónicos.
- * Estar abiertos a recibir cuando el otro quiere darnos algo, sin rechazarlo primero.
- * Da gracias cada amanecer cada día, como un nuevo nacimiento en tu vida.
¿Cómo activar la energía masculina?
- * Habla lo necesario, expresa lo que sientes.
- * Pasar tiempo con amigos y personas con las que queremos estar.
- * Encuentra tiempo para actividades personales.
- * Aprende a decir no. Deja de "hacer favores" que no vienen del corazón.
- * Deja ir la idea de ser el salvador del mundo y que todos necesitan que los ayudes.
- * Delegar responsabilidades, dejar que otros se ocupen de ciertos asuntos.